Breve historia Hermanos Álvarez Quirós

Los hermanos Álvarez Quirós, una niña y cuatro varones, nacieron en Madrid a principios del siglo XX. Su padre, nacido en Zamora, estudió en la Academia de Bellas Artes de San Fernando becado por la Diputación de Zamora.

La madre llegó a Madrid, procedente de San Martín del Valdeiglesias, para educarse como heredera única de una rica explotación agrícola, tras el fallecimiento de sus dos hermanos en un trágico accidente doméstico.

En el año 1927 la familia se trasladó a Salamanca ya que el padre consiguió una plaza de profesor de pintura en la Escuela de Artes Oficios de San Boal.

Los cinco hermanos fueron completando sus estudios mientras el padre daba clase en la mencionada escuela y pintaba por encargo a las conservadoras familias pudientes de Salamanca.

Todo discurría con la tranquilidad propia de una capital de provincias de principios de siglo XX hasta que, con la llegada de la Segunda República, el progenitor fue elegido concejal del Ayuntamiento de Salamanca por Izquierda Republicana; todo fue cambiando: los clientes dejaron de hacer encargos y la economía familiar fue menguando. Sin embargo, con las rentas de la madre, sus amistades y la brillantez en los estudios de todos, consiguieron superar aquellos años difíciles.

Esa tranquilidad se truncó en 1936, año en el que el padre, acusado de “rojo”, tuvo que redimir su “culpa” y defender su “inocencia”, y lo hizo apelando a su conocida condición de católico ejemplar.

Sin embargo, esto no evitó dos trágicos sucesos posteriores: el hermano mayor, Paco, fue movilizado para combatir en la Batalla del Ebro, en la que murió; también falleció el prometido de la hermana, natural de Canarias y estudiante de licenciatura de farmacia en la Universidad de Salamanca, que fue movilizado como personal sanitario en la batalla de Brunete. La hermana no consiguió superar esta pérdida y murió antes de finalizar la guerra.

Los otros tres hermanos -Luis, José y Carlos- finalizaron sus carreras de Ciencias y superaron las oposiciones como profesores universitarios; Luis y Carlos en la Universidad de Valladolid; José en la Universidad de Zaragoza. Ninguno se casó ni tuvo familia. Cuando el padre falleció, en la década de los 40, la madre se fue a vivir con Luis y Carlos a Valladolid, hasta su muerte en los 80. Una vez jubilados, los tres hermanos decidieron irse a vivir a Málaga, hasta el fallecimiento, a finales de los 90, de Luis. Este hecho conllevó que José y Carlos se fueran a vivir a Madrid, a una residencia situada en el paseo de Juan XXIII.

En 2006, tras el fallecimiento José, Carlos expresó su deseo de que a su muerte se crease una Fundación llamada Hermanos Álvarez Quirós, heredera de sus bienes, y con el objetivo de apoyar la investigación oncológica de forma integral: ayudar a descubrir, formar y divulgar). Su voluntad se materializó con la constitución de esta entidad en noviembre de 2017, presidida por D. Lorenzo Rodrígues Durántez, que cuenta como vocal del Patronato al Dr. Mariano Barbacid Montalbán y como secretario a D. José Ignacio Fernández Vera.